lunes, 22 de febrero de 2010

Boletín N 2: Bajo perfil de Venezuela en conferencia del LACEA




Por: Julieta Lares (jlares@uma.edu.ve)


Para los economistas, una de las reuniones más importantes la convoca a Asociación de Economistas Latinoamericanos y del Caribe (LACEA). Se realiza anualmente y este año tuvo lugar en Buenos Aires, en octubre.

Esta cita reúne tanto a académicos e investigadores expositores, como a representantes del BID, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y la CAF, profesores y estudiantes de universidades reputadas como Columbia, Harvard, Chicago, MIT, Princeton; latinoamericanas como El Colegio (México), San Andrés (Colombia), Sao Paulo (Brasil), de Montevideo (Uruguay); y de Europa y Asia, de Sassari (Italia), Cambridge y London School (Reino Unido), Tel Aviv (Israel), Carlos III (España). También asisten directores de oficinas gubernamentales de estudios económicos y hasta presidentes de bancos centrales y ministros de economía.

Lo que sucede en estos tres días de actividad intensiva es la presentación de unos 300 trabajos de investigación (seleccionados de entre unos 1.100 sometidos a evaluación), en 4 sesiones diarias: los asistentes deben escoger entre 8 temas para cada una de estas sesiones. Es realmente halagador poder escoger entre tantos tópicos actuales de investigaciones y disertaciones realizadas por reconocidos profesionales.

Vale la pena mencionar que todas las exposiciones, presentaciones digitales y trabajos son realizadas en inglés, por lo que el auditorio conocía y manejaba el idioma (no había disponibilidad de traducción simultánea): por lo tanto, las preguntas finales y discusiones eran en ese idioma. Esto aunque la mayoría de los asistentes eran de habla hispana, por lo que el uso del inglés le daba universalidad a este evento. Por otro lado, el tratamiento que se le dio a los temas no era estrictamente económico, lo cual demuestra el carácter versátil e interactivo de la materia económica. Entre otros, se estudiaron temas sociales (educación, empleo, familia, salud), políticos (pobreza, corrupción), sociológicos (migraciones), empresariales (emprendimiento, ciclos de las empresas, productividad, organizaciones),
históricos e incluso sicológicos (vocaciones, percepciones y expectativas).

Con respecto a mi experiencia, fue por demás enriquecedora, una buena inversión en cuestión de ánimos y estímulo al conocimiento para el inicio del año académico. Sin embargo, debo hacer la siguiente observación: debo decir que percibí a Venezuela con escasa presencia, y esto visto desde varios aspectos: entre los expositores, sólo tres venezolanos de entre más de trescientos, a saber Ricardo Haussman (Universidad de Harvard), Roberto Rigobon (M.I.T.), Adriana Arreaza (CAF), y Fernando Álvarez Parra (Banco Central de Venezuela). Venezuela como país objeto de estudio no estuvo presente en ninguna de las exposiciones a las cuales tuve oportunidad de presenciar, buena parte de las cuales tocaban temas de la región latinoamericana. Por último, los asistentes venezolanos, incluyendo a los mencionados arriba, éramos en total unos 9.

Para concluir, considero que el contacto personal con investigadores y académicos de su respectiva área de investigación; la posibilidad de hacerles preguntas y escuchar sus explicaciones, y finalmente el estar al día con lo más actual en cada campo de investigación, son cuestiones invalorables que deberían recibir todo el apoyo posible de parte de centros de estudio, universidades e instituciones gubernamentales, para fomentar el desarrollo de investigadores propios.

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