martes, 23 de febrero de 2010

Boletin N 2: Editorial

Por: Daniel Morales Romero (dmorales@uma.edu.ve)

Hemos recibido con entusiasmo la Carta Encíclica Caritas in Veritate, sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad, que dirigió Benedicto XVI a todos los hombres de buena voluntad, y que puede contribuir al debate y generación de ideas en la comunidad académica acerca de los retos y desafíos que tiene la sociedad del siglo XXI.

Una recomendación que hacemos, siguiendo lo expuesto en la Carta, para el mejor aprovechamiento de este documento, es que se discuta de manera interdisciplinar. En el n. 30 se afirma que el tema del desarrollo humano integral adquiere un alcance aun más complejo: la correlación entre sus múltiples elementos exige un esfuerzo para que los diferentes ámbitos del saber humano sean interactivos, con vistas a la promoción de un verdadero desarrollo de los pueblos. Pero este esfuerzo, de la caridad en la verdad, exige una valoración moral y por lo tanto un esfuerzo por poner a la ética en relación con los diferentes ámbitos del saber.

Soy consciente de las desviaciones y la pérdida de sentido que ha sufrido y sufre la caridad, con el consiguiente riesgo de ser malentendida, o excluida de la ética vivida y, en cualquier caso, de impedir su correcta valoración. En el ámbito social, jurídico, cultural, político y económico, es decir, en los contextos más expuestos a dicho peligro, se afirma fácilmente su irrelevancia para interpretar y orientar las responsabilidades morales. De aquí la necesidad de unir no sólo la caridad con la verdad,en el sentido señalado por San Pablo (Ef 4, 15), sino también en el sentido inverso y complementario, de caritas veritate . Se ha de buscar, encontrar y expresar la verdad en la economía de la caridad, pero, a su vez, se ha de entender, valorar y practicar la caridad a la luz de la verdad (cfr. n. 2).

Por estas razones en el n. 31 afirma que la valoración moral y la investigación científica deben crecer juntas y que la caridad ha de animarlas en un conjunto interdisciplinar armónico, hecho de unidad y distinción. En este mismo punto se encuentra una crítica constructiva a una de las causas del subdesarrollo, a saber, la sectorización del conocimiento, que propicia la falta de sabiduría, de reflexión, y de pensamiento capaz de elaborar una síntesis orientadora. Como los problemas sociales son muy complejos, y las ciencias particulares enfocan los problemas y sus soluciones desde una visión parcial, hacer el esfuerzo por apreciar el problema en su conjunto es un requerimiento ético. Además, cada ciencia particular está al servicio de la búsqueda de la verdad; y como dice el n. 4 la verdad es logos que crea diálogos, de ahí la comunicación entre las visiones parciales para complementarse en la búsqueda de la verdad.

La encíclica es rica en contenido y aborda múltiples desafíos para la comunidad internacional actual. Comentamos el n. 32 en el que se nos invita a buscar nuevas soluciones a los problemas. Uno de estos, denunciados por el Papa, es el progresivo desgaste del capital social, es decir, del conjunto de relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas, que son indispensables en toda la convivencia civil. También dice que la ciencia económica nos dice que una situación de inseguridadestructural da origen a actitudes antiproductivas y al derroche de recursos humanos.

La falta de confianza entre las distintas unidades de la sociedad civil genera situaciones adversas cada vez más difíciles de revertir. La comunidad académica está llamada a orientar a la sociedad civil en general para propiciar cambios que faciliten la generación de confianza.

Invitamos a la comunidad académica a producir investigación y generar una discusión en esta área, y buscar maneras efectivas de difundir la necesidad de restaurar la confianza como un medio que contribuya al desarrollo integral del hombre.

Boletin N 2: Eventos


LECCIÓN INAUGURAL.
El 22 de octubre se llevó a cabo la Lección Inaugural de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Este año, el economista Carlos Larrazábal, presidente de Conindustria, fue el encargado de abordar el tema de “La Situación de la Industria en Venezuela”.

SEMINARIOS.
Para el año académico 2009-2010 los Seminarios de la FCEA se realizarán mensualmente y formarán parte de las clases de los profesores relacionados con el tema a tratar. El primer seminario se llevó a cabo el 23 de octubre y versó sobre los elementos de la economía conductual, tema sobre el cual ahondó el economista Ramiro Molina.

VII JORNADA DE ADMINISTRACIÓN.
Como es de costumbre en la FCEA ya los alumnos de IV año se están preparando para realizar la VII Jornada de Administración, todavía se encuentran discutiendo posibles temas de interés y ponentes pero ya se tiene fecha: 13 y 14 de Abril de 2010.

Boletin N 2: La responsabilidad social empresarial (RSE)

3 ideas claves de la evolución reciente del concepto y enfoque de la RSE

Por: Isabel Arcay Contreras (iarcay@uma.edu.ve)

La responsabilidad social empresarial (RSE), en sus inicios, estaba asociada únicamente a los beneficios que recibían los trabajadores y su entorno familiar, luego esta definición cambió y se amplió para crear programas que impacten positivamente a la sociedad.

Hoy en día son cada vez más las empresas que cuentan con programas de RSE; sin embargo; muchas de las iniciativas que emprenden estas empresas terminan por convertirse en ayudas y donaciones que no tienen un mayor compromiso ni continuidad.

Es por ello que hay que ver a la RSE como un buen negocio y para poder verlo así las empresas deben emprender la RSE con fines estratégicos que busquen beneficiar a la comunidad y a la vez potencien su negocio. Tales iniciativas, además de mejorar la imagen de la empresa, contribuyen a ampliar su mercado así como también acercar a la empresa a los consumidores.

Las empresas deben enfocarse en desarrollar la RSE mediante estrategias orientadas a alcanzar ventajas competitivas. A su vez, la estrategia que vayan a utilizar va a depender de los fines u objetivos previamente identificados.

Algunas empresas emprenden proyectos de RSE por las siguientes razones:

Reforzar la imagen de marca y reputación de la empresa: los consumidores son atraídos en gran parte por las marcas y compañías consideradas por tener una buena reputación en áreas relacionadas con la RSE. Una empresa considerada socialmente responsable puede beneficiarse de su reputación entre el público y la comunidad empresarial. Esto a su vez genera lealtad y confianza en los consumidores.

Diferenciar la marca de los competidores: esto sucede porque los consumidores se identifican con las empresas, al relacionarse con la marca por la causa social.

Desarrollo económico: durante algunos años se ha estudiado la relación entre las prácticas de negocio socialmente responsables y la actuación económica positiva. Algunos investigadores han llegado a la conclusión de que existe una buena conexión entre ambas lo que corrobora que las empresas con prácticas sociales obtuvieron mayores beneficios.

Sin duda alguna la RSE emprendida con una visión estratégica, potencia el mercado de los consumidores. Es así como, capitalizando el poder que tiene la empresa sobre sus comunidades puede mejorar la educación, la salud, y el bienestar general, pues si mejoramos en algunos de estos contextos, estaremos encaminados hacia la sociedad que queremos o que soñamos en Latinoamérica y el mundo.

Para finalizar, es importante recordar que las empresas con visión de futuro deben estar a la vanguardia de nuevas prácticas de gestión que les permitan profundizar su relación con la sociedad mucho más allá de buscar beneficios económicos. Estamos concientes de que las empresas por sí solas no podrán abordar todos lo problemas de su comunidad, pero sí pueden colaborar con la construcción de un futuro para las comunidades que las rodean.

Boletin N 2: Negocios inclusivos y el mercado de la base de la pirámide


Por : Alfredo Sánchez (alfredo.sanchez@negociopyme.com.ve)

El auge de los temas relacionados con la responsabilidad social empresarial y la inclusión social conllevan el reto de lograr la viabilidad técnica y económica de estas iniciativas.

Una de las modalidades que despierta mayor interés corresponde a los “negocios inclusivos”, los cuales podríamos conceptualizar como iniciativas económicamente rentables, ambiental y socialmente responsables, que utilizan los mecanismos del mercado para mejorar la calidad de vida de personas de bajos ingresos.

El objetivo se logra permitiendo a ese segmento participar en la cadena de valor como proveedores de materia prima, agentes de comercialización o distribución y actores que facilitan el acceso a servicios básicos esenciales de mejor calidad con menor precio.

Los negocios inclusivos dinamizan la actividad económica, crean empleo, amplían la oferta, mejoran los precios y calidad de los productos, a la vez que generan nuevos mercados para las empresas.

En el caso del mercado de la base de la pirámide, este concepto se refiere a que en sociedades como la venezolana, y en general en los países en desarrollo, la estructura social corresponde a una Pirámide, en cuya base se concentra la mayoría de la población perteneciente a sectores de bajos ingresos.

Se estima que en el mundo entero el mercado de la base la pirámide lo constituyen 4 mil millones de personas con un poder de compra agregado de US$ 5 billones. (World Resources Institute / nternational Finance Corporation. Los siguientes 4 mil millones: Tamaño del Mercado y Estrategia de Negocios en la Base de la Pirámide).

En Venezuela, donde aproximadamente el 70% de la población se concentra en los estratos D y E, los negocios inclusivos representan un mercado potencial extraordinario para las empresas, a la vez que un mecanismo eficiente y sustentable para combatir la pobreza y mejorar la calidad de vida de la población.

En tal sentido, es interesante ver que en nuestro país las grandes empresas cada día dedican más esfuerzos a modelos de Negocios Inclusivos, en sectores como alimentos, telecomunicaciones, microfinanzas, microseguros, servicios de salud, televisión por suscripción y muchos otros.

El peso de los negocios inclusivos, como mecanismo de lucha contra la pobreza y oportunidad de negocios para las empresas, adquiere mayor importancia en tiempos de crisis, en los cuales la innovación, el ingenio y la apertura a nuevos paradigmas son fundamentales.

Las estrategias para superar la profunda crisis global, deben tomar en cuenta la atención e inclusión efectiva a la dinámica económica del también llamado “mercado de las mayorías”.

lunes, 22 de febrero de 2010

Boletín N 2: Bajo perfil de Venezuela en conferencia del LACEA




Por: Julieta Lares (jlares@uma.edu.ve)


Para los economistas, una de las reuniones más importantes la convoca a Asociación de Economistas Latinoamericanos y del Caribe (LACEA). Se realiza anualmente y este año tuvo lugar en Buenos Aires, en octubre.

Esta cita reúne tanto a académicos e investigadores expositores, como a representantes del BID, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y la CAF, profesores y estudiantes de universidades reputadas como Columbia, Harvard, Chicago, MIT, Princeton; latinoamericanas como El Colegio (México), San Andrés (Colombia), Sao Paulo (Brasil), de Montevideo (Uruguay); y de Europa y Asia, de Sassari (Italia), Cambridge y London School (Reino Unido), Tel Aviv (Israel), Carlos III (España). También asisten directores de oficinas gubernamentales de estudios económicos y hasta presidentes de bancos centrales y ministros de economía.

Lo que sucede en estos tres días de actividad intensiva es la presentación de unos 300 trabajos de investigación (seleccionados de entre unos 1.100 sometidos a evaluación), en 4 sesiones diarias: los asistentes deben escoger entre 8 temas para cada una de estas sesiones. Es realmente halagador poder escoger entre tantos tópicos actuales de investigaciones y disertaciones realizadas por reconocidos profesionales.

Vale la pena mencionar que todas las exposiciones, presentaciones digitales y trabajos son realizadas en inglés, por lo que el auditorio conocía y manejaba el idioma (no había disponibilidad de traducción simultánea): por lo tanto, las preguntas finales y discusiones eran en ese idioma. Esto aunque la mayoría de los asistentes eran de habla hispana, por lo que el uso del inglés le daba universalidad a este evento. Por otro lado, el tratamiento que se le dio a los temas no era estrictamente económico, lo cual demuestra el carácter versátil e interactivo de la materia económica. Entre otros, se estudiaron temas sociales (educación, empleo, familia, salud), políticos (pobreza, corrupción), sociológicos (migraciones), empresariales (emprendimiento, ciclos de las empresas, productividad, organizaciones),
históricos e incluso sicológicos (vocaciones, percepciones y expectativas).

Con respecto a mi experiencia, fue por demás enriquecedora, una buena inversión en cuestión de ánimos y estímulo al conocimiento para el inicio del año académico. Sin embargo, debo hacer la siguiente observación: debo decir que percibí a Venezuela con escasa presencia, y esto visto desde varios aspectos: entre los expositores, sólo tres venezolanos de entre más de trescientos, a saber Ricardo Haussman (Universidad de Harvard), Roberto Rigobon (M.I.T.), Adriana Arreaza (CAF), y Fernando Álvarez Parra (Banco Central de Venezuela). Venezuela como país objeto de estudio no estuvo presente en ninguna de las exposiciones a las cuales tuve oportunidad de presenciar, buena parte de las cuales tocaban temas de la región latinoamericana. Por último, los asistentes venezolanos, incluyendo a los mencionados arriba, éramos en total unos 9.

Para concluir, considero que el contacto personal con investigadores y académicos de su respectiva área de investigación; la posibilidad de hacerles preguntas y escuchar sus explicaciones, y finalmente el estar al día con lo más actual en cada campo de investigación, son cuestiones invalorables que deberían recibir todo el apoyo posible de parte de centros de estudio, universidades e instituciones gubernamentales, para fomentar el desarrollo de investigadores propios.

Boletín N 2: Algunos hallazgos sobre corrupción

Por: Daniel Morales Romero (dmorales@uma.edu.ve)

La corrupción es un mal social. Abundantes estudios muestran 1, por medio de indicadores económicos y sociales, que la corrupción tiene un impacto negativo en el crecimiento económico, que a su vez se refleja en un incremento en la desigualdad de ingresos en la población; otros trabajos muestran que existe una correlación positiva entre corrupción e inflación, y también altos niveles de corrupción están asociados con depreciación del tipo de cambio real; la corrupción desacelera las inversiones extranjeras en los países pobres impidiendo el surgimiento de economías de mercado. Asimismo, otras investigaciones muestran que la corrupción afecta al capital humano disminuyendo la proporción del Producto Interno Bruto que se destina a la educación pública y a la salud. También se ha descubierto que la corrupción está asociada con una alta tasa de mortalidad infantil y deserción estudiantil. Finalmente, también encontramos otros trabajos que relacionan la corrupción con el incremento de gastos militares.

En oposición a lo mencionado antes, hay trabajos académicos que afirman que la corrupción actúa como un lubricante que habilita el desarrollo y el crecimiento económico. Sin embargo, la abundante evidencia empírica no está a favor de esta postura. Más bien se ha encontrado que la corrupción es el segundo obstáculo más importante para hacer negocios, pues las empresas reinvierten sólo el 33% de sus ganancias en los países con ambientes más corruptos, mientras que las empresas en ambientes menos corruptos reinvierten el 55% de sus ganancias.

Dadas las consecuencias negativas de la corrupción en la sociedad, se pueden hacer diversas preguntas para determinar políticas y medidas que contribuyan con la erradicación de la corrupción. En este artículo se reseñan dos trabajos que podrían orientar políticas contra la corrupción: ¿niveles altos de libertades económicas y políticas causan una menor corrupción?, e ¿incrementa la corrupción el costo de hacer negocios a través de regulaciones complejas?

En Brito-Bigott, Faría, Montesinos-Yufa y Morales (2009), se estudia la relación entre niveles de libertades económicas y políticas, y corrupción 2. El trabajo incluye datos de 133 países y utilizó la técnica de Mínimos Cuadrados Ordinarios en dos etapas para establecer las relaciones de causalidad y hacer predicciones. Los resultados fueron estadísticamente significativos. El trabajo es abundante en resultados.

Se consiguió que tanto las libertades económicas como las libertades políticas tienen una relación negativa con corrupción, es decir, si se incrementan cada una de estas libertades la corrupción disminuye. Se logró establecer que tanto la libertad económica como la libertad política son complementarias (es decir, no son sustitutivas) en la lucha por la disminución de la corrupción. De hecho esta es la contribución más importante de ese trabajo. Por otro lado, se encontró que la libertad económica es más efectiva disminuyendo corrupción que la libertad política y que la interacción entre ambas libertades disminuyen la corrupción.

He aquí algunas simulaciones: Venezuela ocupa el puesto número 10 y Argentina el puesto número 45 en el ranking de países más corruptos del mundo. El modelo predice que si Venezuela y Argentina aumentaran en una desviación estándar su libertad económica, Venezuela podría llegar a ocupar el lugar número 85 en el ranking al lado de Polonia, y Argentina el lugar 101 al lado de Korea del Sur. En el caso de un incremento de una desviación estándar en las libertades políticas, Venezuela podría ocupar el lugar número 59 mientras que Argentina podría avanzar hasta el puesto 81.

Algunos hallazgos en la segunda pregunta

Normalmente se piensa que las regulaciones complejas, por ejemplo, el número de gestiones administrativas (el costo en tiempo y monetario), que se deben hacer para abrir legalmente un negocio, genera corrupción, entre otros, por la discrecionalidad que tienen los funcionarios para otorgar los permisos.

En Aviles, Brito-Bigott, Faría, Montesinos- Yufa y Morales (2009), se preguntan si la corrupción en un momento dado origina que las regulaciones sean más complejas. Responder a esta pregunta es importante porque podría arrojar luces sobre las causas de la complejidad regulatoria, y por lo tanto, sobre una vía de cómo revertir esa tendencia. Si la corrupción es una causa de que las regulaciones sean más complejas,entonces una disminución de la corrupción podría causar regulaciones más simples. Las regulaciones simples facilitan la apertura de negocios y su capacidad de agregar valor a la sociedad.

El trabajo incluye datos de 169 países y utilizó la técnica de Mínimos Cuadrados Ordinarios en dos etapas para establecer las relaciones de causalidad y hacer predicciones. Las regulaciones complejas utilizadas en el estudio fueron el índice de apertura de negocios, el índice de permisos de construcción, el índice de pagos de impuestos, el índice de comercio transfronterizo de importaciones y exportaciones, el índice de registros de propiedad y el índice de cumplimientos de contratos 3. Los resultados fueron estadísticamente significativos. A continuación se mencionan los más importantes:

Índice de apertura de negocios. Rusia ocupa el puesto número 62 en el ranking para esta regulación. El modelo predice que si Rusia redujera su nivel de corrupción en una desviación estándar, podría llegar a ocupar el lugar número 3 en el ranking, que es el lugar que actualmente ocupa Australia.

Para el índice de permisos de construcción, por ejemplo, Brasil ocupa el lugar 147 en el ranking y si redujera su corrupción en una desviación estándar podría ocupar el lugar 123, lo que representa una mejora (el lugar 123 lo ocupa Ghana).

México ocupa el lugar 109 en el ranking para el índice de pagos de impuestos. El modelo predice que si México disminuye en una desviación estándar su nivel de corrupción podría avanzar al puesto 73, pero si su nivel de corrupción aumenta podría ocupar el lugar 137 (que es el puesto que actualmente
ocupa Mali).

De los índices restantes se comenta sólo el índice de importaciones (comercio transfronterizo). Para este índice Argentina y Venezuela ocupan el lugar 84 y 153 respectivamente. Si ambos países disminuyeran en una desviación estándar su nivel de corrupción, Argentina podría ocupar el lugar 22 (a la par de Japón), mientras que Venezuela sólo avanzaría 8 puestos, ocupando la posición 145. Esto último sugiere que cuando las regulaciones son más complejas es más difícil hacerla más sencilla.

Conclusión

En los primeros hallazgos que se reportan se pueden conseguir algunas orientaciones, entre muchas, para disminuir la corrupción. Las libertades políticas y las libertades económicas son imprescindibles para el desarrollo de la sociedad, y según los resultados obtenidos, son un instrumento para disminuir la corrupción. Dada la cantidad de males que genera la corrupción en la sociedad, un incremento de las
libertades políticas y económicas podrían impactar positivamente al crecimiento económico, al costo de la vida, la tasa de mortalidad infantil, la proporción del PIB que se destina a la salud y a la educación, etc. Un reto de política pública podría ser operacionalizar el incremento de dichas
libertades como un medio para disminuir la corrupción.

En los segundos hallazgos se consigue una explicación a una de las causas de la complejidad de las regulaciones, que a su vez impactan negativamente al crecimiento económico y a la sociedad en su conjunto. Disminuir la corrupción es imperioso para facilitar a la sociedad civil, y a todos los ámbitos de la sociedad (público y privado), la generación de resultados económicos que mejoren la vida de los ciudadanos.

Bibliografía

Aviles, C., O. Brito-Bigott, H. Faría, H. Montesinos-Yufa y D. Morales (2009), “Does Corruption Increase the Cost of Doing Business Through Complex Regulations? An IV Approach” Working Paper IESA, USB and UMA,August 2009.

Brito-Bigott, O., H. Faría, H. Montesinos-Yufa y D. Morales (2009), “Does High Levels of Economic and Political Freedom Cause Less Corruption?” Working Paper IESA, UMA and USA, September 2009.

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1 Mauro (1995, 1996, 1998), Gupta, Davoodi y Alonso-Terme (1998), Al-Marhubi´s (2000), Bahmani-Oskooee y Nasir (2002), Di Tella y MacCulloch (2007), Akcay (2006), Bruneti, Kisunko y Weder (1997), Johnson, McMillan y Woodruff (2002), Hellman, Jones y Kauffmann (2003), Svensson (2003), Clarke y Xu (2004) y Beck, Demirguc-Kunt y Maksimovic (2005). Estas referencias bibliográficas se pueden ver en Brito-Bigott, Faría, Montesinos-Yufa y Morales (2009) reseñada en la bibliografía al fi nal de este artículo.

2 Los datos utilizados en el estudio citado son el Índice de Corrupción Percibida para el 2008 de Transparencia Internacional, el Índice de Libertad Económica publicado por el Fraser Institute, y el Índice de Libertad Política es un promedio del Índice de Libertades Civiles y Derechos Políticos publicados por Freedom House (2005)

3 El Índice de Corrupción Percibida para el 2008 es tomado de Transparencia Internacional, y los índices de regulaciones complejas se tomaron del reporte Doing Business (2009) del Banco Mundial. Estos índices están compuestos por el número de procedimientos; el tiempo, medido en días calendario, y el costo.

jueves, 18 de febrero de 2010

Boletín N 2: La formación de un administrador en la Universidad Monteávila

Por: Guillermo Fariñas Contreras (gfarinas@uma.edu.ve)

“Doing good for doing well”
, resumía el mítico Peter Drucker la actuación de un gerente: hacerlo bien para hacer el bien. En una frase integraba las dimensiones técnica y ética del trabajo. Son muchos los enfoques para la formación académica de un profesional de la administración y pienso que la cita puede compendiar uno de ellos.

Hacerlo bien nos lleva al campo del quehacer o del conocimiento de qué hay que hacer. Inmediatamente surgen temas que un futuro administrador debe dominar. Usaré la metáfora del edificio para exponer de forma organizada los saberes necesarios, pero aclarando que en su ejercicio forman un todo unitario: se dividen los conocimientos para enseñarlos pero para aplicarlos hay que integrarlos.

Antes de edificar, hay que poner las bases. Son la infraestructura, lo que va por debajo del suelo: lo que no se ve pero es fundamental. Es esencial pero no se suele apreciar porque no es vistoso. El administrador debe poseer unos fundamentos sólidos que le permitan construir los demás saberes. Un lugar preeminente lo ocupan las técnicas cuantitativas. Inmediatamente pensamos en las materias de Cálculos y Matemáticas que están presentes en todo Programa de enseñanza de Administración, y los conocimientos que a través de ellas se transmiten. Pero todo buen educador del área sabe que esos aprendizajes no son los únicos perseguidos y ni siquiera los más importantes. Es el momento de hacer una aclaratoria.

Todo buen hacer, es decir toda ejecución excelente, integra conocimientos y habilidades. Los conocimientos son saber algo, las habilidades son saber hacer ese algo. En la educación de un profesional se pretenden ambas cosas: que se crezca en conocimientos y en habilidades. Cuando se enseña matemática se busca principalmente el desarrollo de la habilidad analítica. Habilidad que servirá para identificar y afrontar problemas con orden y generar soluciones lógicas.

Con las asignaturas de Economía sucede algo similar. Es importante, por ejemplo, que un futuro administrador sepa que en competencia perfecta el precio marginal se aproxima al costo marginal, es decir que la ganancia tiende a cero. Pero igual de importante es que, realizando los cálculos para determinar cuál es ese precio y otros problemas de la economía, desarrolle habilidad analítica.

Como parte de los fundamentos, también se pretende que los alumnos dominen las nociones de la contabilidad. No solo que sepan cuáles son los principios contables sino que sean capaces de aplicarlos. Otras habilidades intelectuales básicas son las comunicativas: comprender información oral y escrita, y expresarla de forma clara y concreta, tanto en textos como oralmente.

Puestas estas bases es posible construir sobre ellas. Los saberes y habilidades podrán ser tan altos cuan fuertes hayan sido los fundamentos. No es posible ganar al ajedrez si primero no se sabe cómo se mueven las piezas. Sigamos pues, construyendo el edificio…

Lo esencial de una empresa es producir y vender, lo demás es apoyo. Así, en el primer piso de nuestro edificio se encuentra el conjunto de conocimientos de las funciones medulares empresariales: sus operaciones de manufactura de bienes y de otorgamiento de servicios, y el mercadeo y la comercialización de sus productos. Lo anterior está sustentado por los conocimientos de finanzas y de tecnología. Todos estos temas son imprescindibles para el manejo eficiente de los recursos, que sería una habilidad pretendida. Otras no menos importantes que los docentes de estas asignaturas deben buscar son el análisis y la resolución de problemas.

Sin embargo, esta sólida base técnica es condición necesaria pero insuficiente. El futuro administrador debe tener las aptitudes necesarias para trabajar con y para la gente. El trabajo en equipo no solo es el modo normal en el que se organizan las empresas sino el más efectivo si se hace bien. Así, el alumno de administración debe seguir afinando sus habilidades comunicacionales: del arte de preguntar y de escuchar con empatía. Requiere conocer de la actuación de las personas en organización, qué les mueve, para darse a sí mismo y estimular a otros con motivos de excelencia. Ahondar en lo que es la amistad, porque lo natural es que tenga amigos en su lugar de trabajo. Y como nadie da lo que no tiene: hay que ser muy gente para trabajar con la gente, por lo que se requiere crecer en las virtudes de la convivencia: gratitud, respeto mutuo, afabilidad, optimismo y alegría.

En la fachada o periferia del edificio debe estar la capacidad de lidiar con el entorno. El ritmo y profundidad de los cambios económicos, sociales, culturales y tecnológicos hacen cada vez más necesario conocer sus bases y tendencias. Por otro lado, la empresa debe estar atenta a las necesidades de su clientela actual y potencial, para servirla cada vez mejor. Además, el entorno es cada vez más competido y complejo, lo que exige del administrador el comenzar a desarrollar el pensamiento estratégico. El currículo del futuro administrador debe tener un espacio para el humanismo. Es necesario porque las organizaciones están llenas de humanidades: gente con ideales y valores, y un entorno en que incide la historia y lo socio-político. Como alguna vez leí: la historia no sirve para nada, pero el que no sabe historia no sabe nada.

Coronando nuestro edificio, está la esencia del potencial gerente, su capacidad de decidir y de lograr que lo decidido se haga. En la médula de toda buena decisión está primero qué debe hacer uno, es decir, hay que decidirse y asumir la respons-abilidad: habilidad de responder a los retos. Ya advirtieron los clásicos: “Tanto el éxito como el fracaso son hijos ilegítimos: el éxito, porque tiene muchos padres; el fracaso porque no tiene ninguno”. Muchas decisiones requieren cooperación y el futuro administrador tendrá que motivar, liberar talento humano, y, muy pronto, dirigir a los demás. No es un derecho sino una obligación: deberá “obtener la adhesión de hombres libres a un objetivo común respondiendo a la vez a sus aspiraciones personales” (Álvarez de Mon). Esto exige no sólo un conjunto de capacidades, sino esencialmente de virtudes. En palabras de Ortega y Gasset: “Si quiere dirigir a los demás, tendrá que imperar sobre Usted mismo”. Para ser un líder, el alumno de administración deberá emprender una transformación personal que le permita percibir, pensar y actuar de manera distinta a como lo ha hecho hasta ahora.

Para orientar todas estas dimensiones, hace falta que el alumno se conozca cada vez más, crezca en capacidad de reflexión. Materias como Antropología filosófica, Ética general y Ética para la empresa proporcionan base, altura y profundidad a nuestro edificio. Con ellas se busca el segundo propósito de la frase con la que se comenzó este escrito: hacer el bien.





Boletin N 2: Nociones del marketing y su relación con la democracia consolidada

Por: Jahn Catherine De Sario (ktys87@hotmail.com)

Según Philip Kotler el marketing se define como una técnica de administración empresarial que permite anticipar la estructura de la demanda del mercado elegido, para concebir, promocionar y distribuir los productos y/o servicios, con el fin de maximizar los beneficios de la empresa.

El marketing involucra tanto estrategias de ventas como el estudio de posicionamiento de mercado, para lograr satisfacer las necesidades y deseos de los consumidores con una visión de rentabilidad constante.

El buen marketing se caracteriza por respetar las marcas que ofrecen argumentos positivos, buscando ganarse cada día la aprobación de los consumidores en un ambiente de intercambio justo, donde reina la confianza. Para desarrollar este punto, me enfoco en el fenómeno de mercadeo suscitado por Barack Obama, que logró diferenciarse de sus opositores Hillary Clinton, la mujer más conocida en Norteamérica y John McCain, distinguido Senador Estadounidense, a través de la mejor estrategia comercial caracterizada por “El Cambio” y por el yes we can. Ésta brindaba una óptica de “gran verdad”, que al ser repetida constantemente se hacía cada vez más grande, creando una aureola de legitimidad y autenticidad.

Campaña política

Obama presenta un gran experimento que ilumina el mercadeo político con las siguientes características: simplicidad, que vende una idea muy sencilla denominada “El Cambio”; consistencia, según lo cual el objetivo era posicionar la idea de “Cambio” en la mente de los electores, repitiendo constantemente este mensaje; relevancia, ya que cambió el campo de batalla político a su favor para poder ganarla, causando en sus opositores distracción y forzando a dedicar su tiempo en las variaciones de sus campañas. Al ser distinta la concepción de Obama frente al cambio, y personificar este concepto, tuvo cierta ventaja mientras que los demás se enfocaron en temas pocos relevantes como experiencias con líderes mundiales o propuestas variantes.

Hillary Clinton contó con diversas estrategias; resaltó su “experiencia”, para culminar con “soluciones para América”, y terminó creando poca familiaridad con el ciudadano al variar constantemente de táctica.

John McCain se enfocó en el tema de “La fabricación (el rehacer y rehacer) del candidato”, basado en el lema “El país primero” donde se revelaba parte de su personalidad como un hombre conservador, rebelde, héroe, comandante, conciliador, líder experimentado y patriota; con lo que resultó tener poca importancia o relevancia en el votante medio.

En pocas palabras la señora Clinton y el señor McCain cometieron un grave error en la utilización del buen marketing al compararse y opacarse uno a otro, al adoptar una actitud y mensaje hacia la población de “yo puedo hacer mejor el cambio que mi oponente”, porque en el marketing la única palabra válida es la diferenciación o la libre competencia basada en los distintos atributos que se le ofrece al ciudadano-elector, para lograr de esta manera el posicionamiento en la mente del consumidor con una estrategia única.

Compatibilidad entre el marketing y la democracia

El marketing tiene beneficios sociales, los cuales comparte plenamente con la democracia, tales como el intercambio de valor justo (precio justo, marca fiable), consumo de productos y servicios necesarios para el bienestar, libertad de elección en sus decisiones (respeto de las preferencias del consumidor), flujo libre de información y por último la participación activa de la mayoría de personas (inclusión).

Estos elementos son claves para que el intercambio genere valor en el consumidor y la empresa. Al momento de participar en transacciones voluntarias y justas, la elección fomenta la posibilidad de controlar y elegir los ofrecimientos del mercado o país, en función de sus necesidades y preferencias, favoreciendo a su vez la competencia, la eficiencia, la calidad y la innovación.

Como se comentó anteriormente, el buen uso del mercadeo se basa en la confianza, pero aquellos que utilizan el marketing político con malas intenciones, contribuyen con la desconfianza en el sistema. Lo mismo ocurre en el mercado de bienes y servicios, al destacar razones negativas por las cuales no se deberían comprar los productos de la competencia, con lo que se crea un panorama donde la oferta de bienes resulta de baja calidad a precios elevados, la relación precio-valor es injusta, se genera la pérdida del derecho a la igualdad de oportunidades para comprar lo que se ofrece.

En fin, el marketing político tiene mucho que aprender de los principios del buen marketing, debe contribuir enseñando a los consumidores a elegir bien, puesto que al brindar confianza y ser involucrados en intercambio justos, se hacen personas solidarias que exigen al gobierno ser responsables de sus actos, con la finalidad de introducir sistemas de distribución e incorporar a los ciudadanos en redes mundiales de información, para generar la prosperidad económica.

Bibliografía
Artículo:
“¿Qué pueden aprender los profesionales del Marketing de la campaña de Obama?”. Publicado Noviembre 05, 2008.
Artículo:
“El mejor aliado de la democracia. El marketing puede cambiar el mundo”.
John A. Quelch y Katherine E. Jocz.